“¿Qué Sigue? 20 lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo” (Aguilar, 2024)
La politóloga y periodista Denisse Dresser no necesita presentación. Su constante exposición mediática y su activismo a favor de la democracia y las mujeres la han mantenido por décadas en el debate público, develando los entresijos de la corrupción rampante y los errores de los gobiernos en turno.
Su libro recién publicado “¿Qué Sigue?” es una suerte de acto de contrición, tras haber votado por Andrés Manuel López Obrador en 2018 y sentirse decepcionada por lo que considera una traición a sus promesas de campaña. Se adelanta por dos semanas a la publicación del propio presidente en la que, contrario a la opinión de Dresser, éste se erige en prócer de una nación transformada, donde asegura haber hecho justicia al reclamo de los pobres y haber vencido el complot de las mafias que siempre han sometido al pueblo, en contubernio con los partidos de oposición.
Dresser cuestiona esta narrativa construida hasta el cansancio por López Obrador. Para ello, la autora desglosa con bisturí los peligros a los que considera que se expone México de continuar bajo la “cuarta transformación”. Con su lenguaje directo y machacón, sin cortapisas, acusa a López Obrador de haber orquestado un gobierno clientelar, ejerciendo irresponsablemente el manejo de las finanzas públicas y destruyendo la endeble democracia mexicana.
Para los lectores asiduos a sus editoriales en prensa y su participación en debates televisados, este ejercicio revisionista no contiene nada que no hayan leído o escuchado de ella en los últimos seis años. De hecho, su estilo es redundante y resulta cansado hacia poco menos de la mitad del libro. Sin embargo, la publicación se sostiene porque reúne el rosario completo de errores en los que voluntariamente o negligentemente el gobierno actual ha incurrido. Evidencia cómo el morenismo ha logrado desvirtuar el papel del ciudadano que disiente y cuestiona a sus gobernantes en una democracia sana.
De Dresser admiro que nos ubica en primera fila para observar con ojos de politólogo el ecosistema de partidos y gobiernos, con un lenguaje sencillo, a veces irónico, y pleno de metáforas brillantes como aquel que emplea para ilustrar su apreciación de las “mañaneras”: “López Obrador ha estado ahí todas las mañanas. Como un cura ante su congregación… ahí no se informa, se recluta”.
No se le ha escapado ninguno de los temas candentes del sexenio, desde el escándalo de Segalmex, la infame aprobación de la prisión preventiva y las cifras maquilladas de muertos hasta las paraestatales en quiebra, el sector salud rebasado y los fideicomisos desaparecidos. Y aunque pudiera perderse en la marabunta de temas, Dresser nos conduce a la palestra para debatir el estado que guarda en general la democracia, la economía y el estado de derecho.
Concluye que de seguir el país en la dirección de lo que llama el “neopopulismo”, México corre el peligro de verse nuevamente atrapado en una dictadura perfecta, con los mismos vicios del PRI de antaño y las graves consecuencias a las que ello nos acarreó en el siglo pasado. Solo que esta vez con peligros aún mayores como el protagonismo del ejército y la colusión de los carteles de la droga.
¿Qué sigue? Es una obra que no pretende hacer propaganda a la derecha -de hecho, la autora subraya los errores del PRI y el PAN como oposición- y centra su postura sobre el devenir del país, independientemente de los partidos políticos. Eso sí, concluye a meses de las elecciones, que el rumbo que sigue el “lopezobradorismo” no augura nada bueno.